#HablemosDeDocumentales - For Sama, una vida en medio de la guerra

Amaury Hernández

Antes de iniciar con esta reseña, tengo que admitir algo, me costó mucho ver esta cinta, tuve que pausarla varias para tomar un respiro, debido a la crudeza del material.

¿Podrías perdonarme?

For Sama es un documental que nos plasma la vida de Waad al-Kateab, una mujer Siria que vivió el inicio de la revolución en su país a causa de una dictadura, los sucesos ocurren en particular en la ciudad de Arepo.

¿Podrías perdonarme?, es de las primeras frases que podemos escuchar de Kateab, decirle a su hija, Sama, mientras en el hospital que se encuentran está siendo bombardeado a sus alrededores. En tan solo unos minutos que ha iniciado la película, te toca tus fibras emocionales. Waad le pide perdón a su hija, por la vida que le dio, porque Sama no conoce un mundo fuera de las guerras, de las explosiones.

Convicción

Un punto clave que se muestra constantemente en el material cinematográfico es el fuerte idealismo que tienen las personas de Arepo. Por ejemplo Hamza quien es médico tiene la oportunidad de irse a vivir al otro lado con su esposa, sin embargo decide quedarse en la ciudad y además construir un hospital para poder ayudar a las personas. 

Pero sin duda, uno de los momentos más emocionales es cuando un niño llora porque no quiere irse de Arepo, a pesar de que su madre quiere irse de la ciudad, el infante esta tan decidido de su elección que comenta que si sus padres se van, no le importa él se queda. "Ni los niños quieren irse. ¿Cómo podemos irnos nosotros". Es la frase que dice la madre del pequeño, y posteriormente empieza a llorar.

Cabe destacar que este largometraje no es apto para todo público, no es para público infantil o para personas sensibles, ya que a lo largo del film se puede ver la crudeza de la guerra. Varios muertos, heridos, sangre e incluso el momento en el que dos niños se despiden de su hermano.

For Sama nos da una lección de como tener fe y defender tus ideales, ante lo que creas que es mejor, que sin importar por lo que estas pasando o por lo que puedas pasar, tienes que seguir de pie ante tus pensamientos, incluso si eso te cuesta la vida.

Este documental no tiene una fotografía magistral (prácticamente todo el tiempo es cámara en mano) en el sentido de la composición si nos ponemos rigurosos, pero son esas imágenes "temblorosas" que te harán sentir angustia, miedo. Además por más "simple" que sea la imagen, no importa, vas a llorar debido a la carga que transmite.

Tampoco tiene una gran producción, ni siquiera tiene correción de color,  por evidentes razones, pero eso pasa a segundo plano, porque tiene algo más importante, una gran historia, una secuencia que te mantendrá expectante. También esto es gracias al acertado montaje que hicieron, y mostrando lo importante que es esta etapa al momento de realizar un material cinematográfico, ya que con escenas se pude hacer miles de documentales distintos uno al otro, y lograron hacer  uno que logra impactar en todos los sentidos, y que te hace reflexionar en varios términos como la vida cotidiana, esperanza, libertad, entre otros conceptos.

Sin duda alguna este documental es una carta de amor de madre a hija, de Waad para Sama, pero también es una carta para el mundo, un material que nos muestra la realidad de la guerra, la bondad y la crueldad de las personas, idealismos, fortaleza, tristeza, es un cañonazo de emociones.